12 de julio de 2011

WORLDPRESSPHOTO2011/ El mundito en que vivimos...


Acabo de salir de una mesa redonda en el edificio de la Telefónica, sobre Fotografía y Crisis...

Ante un auditorio repleto, ansioso de escuchar los fundamentos de la fotografía mundial de prensa en la actualidad, se desarrolló esta mesa "sin patas", sin un hilo conductor o con un hilo conductor más bien fome y poco crítico justamente.

Con la presencia de la ganadora del evento más importante de la prensa mundial que es el World Press Photo, Jodi Bieber y fotógrafos nacionales connotados como Luis Navarro, Tomás Munita, Fernando Melo, Carla Moller y José Pablo Concha, se esperaba la apertura hacia la crítica de la fotografía como medio esencial del gran comercio mundial de la prensa...

Ni una sola palabra de crítica desde o hacia la fotografía escuchamos en esas dos horas en que cada exponente habló de su trabajo personal, presente o pasado, sin agregar ninguna mirada nueva al respecto.

Aquí al parecer no hay entonces ninguna crisis: cada "fotero" hace su pega, trabaja para agencias o periódicos que pagan por mostrar de la manera más estética la miseria más escabrosa de los pobres del mundo. Cada año las fotos son más horrenadas y más bien hechas, en copias de lujo con colores de lujo.

En esta "sociedad del espectáculo", como bien lo pronosticó hace más de 30 años Guy Debord, el arte fotográfico al servicio de la prensa, cumple su perfecto rol de mercancía exquisita, quedando su crítica en el envoltorio del paquete, del "combo ideal" de la imagen, sin que nadie lo rompa, lo destroce, lo revolucione...

Aparece la horrenda imagen de Jodi Bieber, con su singular perfidia estética, a horadarnos el ojo.

Es un lujo de horror ese rostro desnarizado de Aisha BIBI, la joven afgana que se dio a conocer en la portada del Times. Pero , ¿para qué nos sirve ver esta imagen? ¿ Ésta y todas las otras horrendas preciosuras premiadas que están colgadas en el edificio de la Telefónica, para qué nos sirven? ¿Qué es lo que World Press está premiando en resumidas cuentas?

A ver... ¿ quién es el voyerista más fantástico, capaz de mostrar el peor de los horrores?, ¿quién el campeón o campeona mundial capaz de captar la más bella atrocidad humana digna de estar presente en los lugares más chics del arte fotográfico mundial y de recibir el famoso award?

El horror vende mucho y muy bien, más aún cuando es preciosamente estético. Tecnicamente perfecto. Pero, ojo, la fotografía ya no constituye denuncia, ya no es un arma que pueda hacer cambiar nada más que la bolsa de valores... Se trata de productos de consumo. El sólo hecho de que estos productos tengan un premio millonario es ya una aberración. En este caso la única premiada debería ser la propia Aisha Bibi que fue capaz de mostrarnos sin pudor su rostro desfigurado. Y lo hizo para varios fotógrafos...

No soporté quedarme hasta el final de esta mesa sin patas del Wordl Press Photo, donde todo el mundo fotográfico presente fue políticamente correcto...